Comparación de tres técnicas de tornillo endomedular mínimamente invasivo para fracturas de falange proximal. Estudio biomecánico.

I. Gallardo-Caleroa, R. Sevil-Mayayoa, A. Lluch-Bergadaa,b, N. Vidal-Tarrasóna,
A. Rodríguez-Baezac e I. Esteban-Feliua,∗
a Unidad de Cirugía de Mano y Muneca, ˜ Servicio de Cirugía de Ortopedia y Traumatología, Hospital Vall Hebrón, Barcelona, Espana˜ b Cirugía de Mano, Institut Kaplan, Barcelona, Espana˜ c Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, Espana˜
Recibido el 8 de marzo de 2022; aceptado el 1 de junio de 2022
Disponible en Internet el 13 de junio de 2022

Resumen
Antecedentes y objetivo: Las fracturas de falange proximal (FP) son las fracturas más frecuentes de la mano. En los últimos anos, ˜ se ha descrito el uso de tornillos endomedulares sin cabeza
(TESC) para las fracturas inestables transversas u oblicuas de la FP. A pesar de que tanto la técnica anterógrada como retrógrada con TESC han mostrado buenos resultados, no se ha publicado
ningún estudio comparativo de su uso en fracturas de FP. Nuestro objetivo es determinar la estabilidad que se obtiene con el uso de TESC retrógrados y anterógrados en un modelo en cadáver
de fractura transversa proximal de FP, a dos niveles diferentes.
Material y métodos: Realizamos un estudio biomecánico en 30 modelos de fractura de FP de cadáver fresco-congelado. La osteotomía se realizó a los 9 mm desde la articulación metacarpofalángica (MCF) en 15 especímenes, y a una distancia de 15 mm en los otros 15. A su vez, encada grupo, cinco osteotomías se estabilizaron con un TESC anterógrado intraarticular, cinco mediante un TESC anterógrado transarticular y cinco con un TESC retrógrado.
Resultados: La fijación con TESC anterógrado en osteotomías realizadas a los 9 mm (tanto con la técnica transarticular como intraarticular, 62,74 N y 70,86 N, respectivamente) fue más estable que la fijación con TESC retrógrado (32,72 N) (p 0,022). Por otra parte, la fijación con TESC retrógrado fue más estable en el modelo de fractura más distal (90,52 N retrógrado vs. 57,64 N transarticular vs. 42,92 N intraarticular (p = 0,20).
Conclusiones: La fijación con TESC retrógrado ofrece más estabilidad en fracturas más distales,
mientras que las técnicas anterógradas son más estables en fracturas proximales.
© 2022 Publicado por Elsevier España, ˜ S.L.U. en nombre de SECOT. Este es un artículo Open
Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Introducción
Las fracturas de falange son las fracturas más frecuentes de la mano, y dentro de estas, el 38% son fracturas de falange proximal (FP)1. La cirugía se reserva para las fracturas inestables. Entre las diferentes técnicas descritas, la más común es con agujas Kirschner (AK), placa-tornillo y tornillos endomedulares sin cabeza (TESC). Las fracturas extraarticulares oblicuas cortas y transversas de la FP clásicamente se han estabilizado con dos AK anterógradas cruzadas. A pesar de haberse reportado buenos resultados con esta técnica2,3, se ha descrito una tasa de complicaciones de hasta el 36%4. Dado que requiere de un periodo de inmovilización postoperatoria, no es rara la aparición de rigidez articular5.
Alternativamente, en los últimos anos ˜ se ha descrito el uso de TESC tanto anterógrados como retrógrados para este patrón de fractura6,7. Entre sus ventajas, destaca la poca
agresión de partes blandas, que permite una movilización
inmediata y la no necesidad de retirar el implante7.
La técnica de TESC retrógrado se realiza a través de la
cabeza de la falange, en máxima flexión de la articulación
interfalángica proximal. La técnica de TESC anterógrado
sería teóricamente un mejor método de osteosíntesis en las
fracturas proximales de FP, ya que nos permite cubrir mejor
todo el segmento. El TESC anterógrado se puede implantar
mediante el método intraarticular (desde el margen dorsal
articular de la FP) o transarticular (a través de la cabeza del
metacarpiano, lo que permite un punto de entrada centrado
en la FP). Desde un punto de vista biomecánico, los TESC han
demostrado ofrecer una estabilidad suficiente en fracturas
de metacarpianos y FP8,9. No obstante, no hemos encontrado
en la literatura ningún estudio biomecánico comparativo del
uso de TESC anterógrados y retrógrados en fracturas de FP.
Nuestro objetivo es determinar la estabilidad que se
obtiene con el uso de TESC retrógrados y anterógrados en
un modelo en cadáver de fractura transversa proximal de
FP, a dos niveles diferentes. Nuestra hipótesis es que el TESC
anterógrado confiere una mayor estabilidad en las fracturas
proximales de FP, mientras que se iguala al TESC retrógrado
si la fractura es más distal.
Material y métodos
Realizamos un estudio biomecánico en 30 modelos de fractura de FP de cadáver fresco-congelado. La edad de los
especímenes fue entre 86 y 90 anos, ˜ un hombre y tres mujeres. Se incluyeron todos los dedos de la mano, excepto el
pulgar. Todas las fracturas se estabilizaron con un TESC de
2,4 mm (DePuy Synthes, Raynham, MA). La fractura se recreó
a 9 mm de la articulación metacarpofalángica (MCF) en 15
especímenes, mientras que se realizó a 15 mm en los otros

  1. A su vez, en cada grupo, cinco osteotomías se estabilizaron con un TESC anterógrado intraarticular, cinco con un
    TESC anterógrado transarticular, y las últimas cinco con un
    TESC retrógrado.
    Preparación del modelo de fractura y técnica de
    fijación
    Se usaron manos frescas-congeladas desarticuladas a nivel
    de la articulación radiocarpiana. Se realiza una incisión

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